¿Inviertes en software o en equipos informáticos para optimizar tu producción de impresiones? Se trata de una decisión importante, ya que solo puedes gastarte el dinero una vez. La mayoría de las inversiones suelen dedicarse al material, pero, en ocasiones, una inversión más modesta en software puede ser de gran ayuda. Nuestro director de tecnología, David van Driessche, nos lo explica con una anécdota que todos conocemos.
Hola, soy un friki de la tecnología y tengo un buen teléfono. Me encanta la calidad de su construcción, la velocidad, tiene una pantalla increíble y lo hace todo por mí. ¿Y por qué? Porque tiene una aplicación para hacerlo.
Sí, evidentemente, el equipo es importante, pero el software no lo es menos. Y normalmente lo subestimamos.
Así que, sí, podemos quejarnos un poco del precio antes de comprar ese teléfono de miles de euros o dólares, pero aun así lo terminaremos comprando. Y luego vemos una aplicación que parece muy buena, pero que cuesta 99 céntimos, y nos preguntamos si realmente valdrá la pena.
Nuestro cerebro subestima constantemente las cosas que no puede tocar. ¿No estás convencido? Hagamos un pequeño experimento. Piensa en tu navegador preferido. Seguramente sea gratuito. Sin embargo, si, a partir del mes que viene, tuvieras que pagar 99 céntimos al mes por él, ¿durante cuánto tiempo te lo pensarías antes de comprarlo? Y probablemente lo utilices varias veces a la semana, incluso varias veces al día, por lo que su valor es innegable.
Es habitual ver cómo las empresas mejoran su rendimiento comprando equipos adicionales de impresión o de acabado. Sin embargo, si lo estudiaran un poco más, se darían cuenta de que el equipo que ya poseen solo se utiliza quizás a un 50 o 60 % de su capacidad, y que invertir en un software les permitirá mejorar su rendimiento de forma mucho más rápida y a un precio mucho menor.
Esto no significa que tengas que comprar cada programa informático que aparezca en el mercado. Lo que significa es que, al igual que tienes una estrategia para los equipos, debes tener una estrategia para el software.
Trata el software como una inversión, al igual que el material informático. El programa adecuado puede permitirte acceder a otros mercados, aumentar tu eficacia y reducir tus costes. Y puede remodelar completamente tu relación con el cliente.
Y, además, seamos sinceros, en comparación con el material, el software no es nada caro.
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